Claro verbo que brota de un oscuro universo,
En tus letras retumba la pena y el latido,
Sufrimiento y amor, hondo grito sumido,
Almas rotas que encuentran en ti su fiel reverso.
Ruge la voz dolida en su clamor diverso.
Vagabundo de sueños, errante y perseguido,
Ansia y furia se vuelven en tus versos ardidos,
Luchador incansable, libre, aunque en el exceso.
Lloras, y en tu canto la tierra se hace herida,
El hombre en ti revive su pena infinita,
Jamás calla tu verbo, temblor de voz desnuda.
Oh Vallejo, poeta, ardiendo en la caída.