A ti, mi voz, mi arpa adorada,
Confío mis secretos, mis anhelos.
En tus cuerdas vibran mis sueños,
Y tus notas alivian mis duelos.
A ti, mi llanto, mi suspiro amante,
Expreso mi dolor, mi alegría.
En tus lágrimas encuentro consuelo,
Y en tus sonrisas, esperanza mía.
A ti, mi mirada fija y palpitante,
Contemplo el mundo con asombro.
En tus pupilas veo la belleza,
Y en tu mirada, un destello de asombro.
Eres mi confidente, mi musa inspiradora,
Mi consuelo en la tristeza, mi alegría en el placer.
A ti, mi voz, mi arpa querida,
Dedico mi alma y mi ser.