A Olivia
Bajo el cielo, un arco iris pinta
sus colores en un lienzo divino,
pero en tus ojos, Olivia, se desata
un verde que eclipsa su destino.
Las esmeraldas palidecen ante ti,
sus tonos se vuelven desvaídos,
pues en tu mirada, un jardín sin fin,
florecen sueños nunca vencidos.
Verde esperanza en cada parpadeo,
un bosque encantado, un susurro leve,
donde el alma encuentra su recreo
y el corazón, su refugio breve.
Arco iris, no llores tu suerte,
que tu esplendor no es en vano,
mas en sus ojos, un verde tan fuerte,
que transforma lo mundano en arcano.
