A la bachata rosa
Eres flor que canta en las noches serenas,
una rosa que baila al compás del querer,
tu aroma es música que cruza fronteras,
y en cada pétalo, late un atardecer.
Tus cuerdas vibran como un suspiro leve,
murmullos de amor que flotan sin fin,
y en el aire se enreda ese ritmo suave
que hace danzar hasta al jardín.
Bachata rosa, hechizo del viento,
susurras historias con sabor a café,
cadenas de besos, abrazos inciertos,
y promesas que el tiempo no borrará.
Tus notas son el eco de un alma viajera,
que en la nostalgia encontró su voz,
y entre risas y lágrimas verdaderas,
el corazón se hace canción feroz.
Eres puente de sueños, de piel y poesía,
en cada acorde hay un latido fiel,
la distancia se acorta en tu melodía,
y el amor se derrama como laurel.
Bachata rosa, jardín de esperanza,
eres ese canto que siempre está,
un baile eterno en la memoria que danza,
un romance que nunca terminará.
Este poema busca capturar la esencia poética y romántica de Bachata Rosa de Juan Luis Guerra, evocando su lirismo, su mezcla de amor y nostalgia, y la cadencia suave y envolvente que caracteriza esta icónica canción.
