Elibel, estrella de veinte y cinco luces,
hija de voluntad, de amor y de sueños,
forjada en letras y en leyes firmes,
caminas, segura, por senderos ciertos.
Tu familia mira, con el alma henchida,
el fruto noble de su esfuerzo y fe,
la hija que crece en virtud y en vida,
firme abogada de justicia y ley.
Ejemplo eres, Elibel, de entrega entera,
de noches largas y de libros fieles,
que en páginas blancas y en tinta sincera
has escrito tu camino entre las mieles.
Hoy celebramos tu andar decidido,
el amor que siembras, la luz que das,
y que a tus pasos firme el destino
te lleve alto, siempre un poco más.
Feliz veinticinco, joven de grandeza,
con sueños altos y pasos de paz,
que seas siempre, Elibel, la promesa
de una vida que brilla y no cesará.