Cuando en los prados de mi Cuba h… mi guajira gentil llena su falda de frescas hojas de jazmín y guald… para jugar con ellas primorosa; cuando vaga sencilla y majestuosa

¡Puro y divino cielo! ¡Cuán hermo… es al hombre infeliz y desgraciado contemplarse de estrellas tachonad… o por tu Sol, radiante y luminoso! Inmenso, colosal y portentoso,

Al asomarte ¡oh, Sol! por el Orie… con bellos y radiantes resplandore… los árboles, las plantas y las flo… reviven en tu llama refulgente. Las sombras de la noche de repente

¡Un soneto me pides! ¡Qué diablur… A la tal petición no me someto; me pone tu pedido en tal aprieto, que no fuera contártelo cordura. Mas, ¡cómo desairar a una criatura

Tengo, señores, el cabello rubio, una frente en que cabe un buen esc… Y dos ojos que son si no me engaño del color de las llamas del Vesubi… Es larga mi nariz como el Danubio…

Con ese genio desigual, satánico, y ese maldito sonreír, herético, me tienes triste, moribundo y étic… y harto de tolerar tu afán tiránic… Con tu altivez y tu mirar volcánic…

Objeto de mis amores, Ven al verde caimital, Ven a escuchar del zorzal Los trinos embriagadores. Verás a los ruiseñores

Si la brillante luz que el sol ful… en lóbrego color se convirtiera, y el claro azul de la celeste esfe… se trocara también en sombra oscur… si deshecho en pedazos de la altur…

Lastimosa desdicha es esta vía; insólito pesar a mí me agobia; no tengo ni un centavo ni una novi… no próxima a morir rica a una tía. Para alegre pasar la noche fría,

En casa de Don Gil estuve un rato… y en tanto que le hablara cara a c… de su grande familia la algazara por un poco me pone mentecato. Estaba la mujer fregando un plato,

Cuando en tus aguas límpidas y bel… que a los mares del Sur bajan ruid… contemplo duplicadas las hermosas, fulgurantes y vívidas estrellas; cuando mis pobres ojos fijo en ell…