Interior with Ida Playing the Piano, by Vilhelm Hammershøi
Dulce María Loynaz

La balada del amor tardío

Amor que llegas tarde,
tráeme al menos la paz:
Amor de atardecer, ¿por qué extraviado
camino llegas a mi soledad?
 
Amor que me has buscado sin buscarte,
no sé qué vale más:
la palabra que vas a decirme
o la que yo no digo ya...
 
Amor... ¿No sientes frío? Soy la luna:
Tengo la muerte blanca y la verdad
lejana...—No me des tus rosas frescas;
soy grave para rosas. Dame el mar...
 
Amor que llegas tarde, no me viste
ayer cuando cantaba en el trigal...
Amor de mi silencio y mi cansancio,
hoy no me hagas llorar.
Vous avez aimé cette lecture ? Offrez-nous un café !.
Votre aide nous permet d'exister.

No la conoció lozana y canora, plena de sueños y esperanzas en el trigal. Él venía de atravesar desiertos, de librar batallas ineludibles. Por tortuosos caminos llenos de abrojos y desviaciones por deslaves. Superó infortunios y llegó a su hora, no a destiempo. La conoció fatigada y yerma de ilusiones, pero con la pasión necesaria para escribir este poema que hoy nos conmueve. Si así llegó a su encuentro y la amó, era veraz... Nunca le hubiera dado motivo de llanto, la hubiera hecho florecer de nuevo, como los campos se recuperan después de la devastación. No era tarde para ninguno de los dos...

Connectez-vous pour commenter.
Autres oeuvres par Dulce María Loynaz...



Haut