Atala, en la humana vida
todo es frágil, todo es breve,
como un reflejo de luna
o como un lampo de nieve.
La ilusión es como una
exhalación: brilla y pasa,
sin dejar huella en la noche
del corazón. Leve gasa
es el recuerdo, y tras ella,
como una lejana estrella
en un cielo de tormenta,
apenas se transparenta
el amor, desvanecido...!
Sufre, dulce criatura,
y el sudario del olvido
no envolverá en su dulzura
tu corazón dolorido.
Fugaz es toda alegría!
Tan sólo el dolor perdura
eternamente, alma mía!