Dori Gómez
(2015)
Caminaba con la mirada vacía, ese silencio mudo, parece eterno, me hundo en la profundidades del i… ¿por qué me dejó, si tanto me quer… Esa ojeada fría como el invierno,
El miedo cierra puertas, se corren las ventanas de los ojos en el silencio de la noche. Estrellas rayan el cielo
La hierba se mece al más tierno compás de notas verdes. En la Toscana oye el swing del alma
Esta madrugada te sentí pegado a mi, tu aroma me envolvía... tus dedos recorriendo MI espalda me di la vuelta, besos,
El colibrí liba muy dulcemente MI roja boca. Como si fuera fuente de licor dulce.
Otea el lobo 1º la nevada del bosque que bella estampa del cielo añil nuboso día de frío y hambre
Deja que flote una sonrisa entre la noche y el sueño. Qué de día no puedo, que se ven las penas como manchas; colgando de la blusa carmesí.
Corre la sangre por las calles de la ciudad. Nucas destrozadas, cabellos apelmazados del líquido rojo.
Miro la luna, hoy se muestra redonda blanca, sonriente El agua acuna el torrente del río
Mar de las flores, el cielo se confunde en el azul. Hipnóticos los campos sus colores deslumbran.
Esa pasión que me cegó por ti me llevó al cielo. Amén, amén te digo amada mía
La aurora austral ballet de mil colores. Noche invernal. Duerme la luna en iglú de cristal.
Barcas varadas en la orilla del mar. Es primavera. óleo por Ramón Pujo Sierra Nevada
Llega el ocaso el lobo quieto otea. Se oyen cigarras. Cae en cascada el agua entre las piedras.
Siento el ruido de la llave en la… estoy tomando café en la cocina y mi corazón salta de alegría, ya estás aquí vida mía. Diosa pagana