Dori Gímez
Ya está aquí el hermoso otoño el suelo se convirtió en una enorme alfombra de hojas rojas, naranjas, amarillas sentí como crujían bajo mis pies.
No creas que me tienes como la primavera las flores, que soy como aquel pájaro que echó a volar. Qué la vida me ha enseñado
Ya me olvide de olvidarte, mi tren pasó una vez, quizás haya una parada secundaria… el fallo fue que siempre en nuestra relación éramos tres
Trina el jilguero versos encadenados. ¡Maldita jaula, que lo tiene cautivo! Deja que cante
Me muerde con rabia, odio esta memoria que me está matando, sangran recuerdos, entre paredes sucias.
¿Qué fue de tú humildad? La dejaste atrapada entre brillos y lentejuelas, en los halagos presentes, la dejaste ir como un vestido viej…
yo sola pequé ¿por qué todo lo que deseo es pecado? Deseo aparecer siendo otra, pero sin dejar de ser yo las autopistas, la sequía, la religión, la distancia, la fiebre, la impotencia, ...
Flores de almendro abanico de muerte piel nacarina Cara pintada, instintos asesinos.
Que pobres nos hemos vuelto, personas incapaces de comunicarnos… de decir la verdad, por miedo, a que alguien se ofenda. Temor a llamar las cosas
Otea el lobo la nevada del bosque que bella estampa del cielo añil nuboso día de frío y hambre.
Una vez tuve un hombre era enorme, moreno, los ojos azule… como la mar embravecida sus muslos eran más grandes que mi… sus brazos fuertes, robustos,
Las sombras negras nos envuelven en trozos de miedos tristes. ¡Ay, amor mío! sombras de muerte roja
Cuando llegue la noche, y el silencio te rodee, no te de miedo las sombras, que se reflejen en tu dormitorio.
Tapiz de otoño espuma de las olas besan la arena.
Te miro en la palma de mi mano reflejos en las líneas me dicen que ya no estás Solo quiero contigo estar se ve a través de la ventana