Poesía Japonesa
Dedos que sangran dentro del alma rota heridas sin sanar. Encajes negros para penas ajenas
La brisa tibia de tu aliento en mi rostro trayendo un beso. Va abriendo nuestros labios y cerrando los ojos.
Veneno en la sangre me corre como un caballo por las venas, tú me diste esa condena, tú me diste esta maldición y te fuiste.
Aletea la mariposa anunciando la primavera se posa en mi nariz mis ojos bizquean mirándola. Cuantos colores en mi ventana,
Me he enamorado de ti por favor no tengas miedo esperaré a que tú lo hagas de mí. Bajo el cielo azul yo sé que me am… pero no quieres verlo
Hay un hombre malo que quiere destruir al pueblo que… quiere sangre derramada, no le imp… desea el poder tanto... Que daría… hasta la vida de su madre si fuese…
Café tan negro como los ojos de él. ¿Por qué te fuiste? Quizás te vuelva a ver y oiga tu voz.
Cuando llegue la noche, y el silencio te rodee, no te de miedo las sombras, que se reflejen en tu dormitorio.
Me pongo linda, quiero estar perfecta para esta ci… llevo la cara del matrimonio perfe… somos gente corriente de esos que se aman para siempre.
Envuelta en humo en la cama tirada los pensamientos salen como una película de mí. Los ojos entrecerrados
Día otoñal caen las hojas ocres. Se oye ladrar. Se ríe el niño arrancando las flores.
AMOR EN LA PLAYA Noche de estrellas latió mi corazón al compás de las olas. Ardió en la orilla
Me empezó a besar en los labios mi… suavemente. Yo jadeaba entre los l… los brazos por su espalda y las pi… cuanto podía para disfrutar de aqu… Mi señor no se apresuró, siguió be…
Una mirada fugaz hace que mi cuerpo se estremezca, se entrelaza la noche con mi cuerpo desnudo. Esa mirada ha hecho
Estaba perdida entre el mar y la t… estaba perdida en el oleaje amaril… Estaba perdida y de pronto te vi a… Fuiste mi salvación, sanaste todas mis heridas