Dori Gómez
La rosa carmesí de quien extraigo mi dolor, en la belleza de sus pétalos. Ungiré mis labios, con el rocío de la mañana,
Nunca había oído tanto silencio, mi carne blanca como nácar reluce hambrienta del sonido de una mano recorriéndola. No veo la oscura noche,
Solo quiero morder tu cuello susurrarte al oído “te quiero” mojar en tu saliva mis labios, sentir tu lengua acariciándolos. Besar tu ombligo
Chica, aún no eres una mujer ¿qué haces en ese bar un viernes n… Estás fumando, sabes que está proh… el jefe del bar quiere tenerte. Chica aún no eres una mujer
Envuelta en humo en la cama tirada los pensamientos salen como una película de mí. Los ojos entrecerrados
Recuerdos vienen a mi, del agua fría de esa playa turquesa, donde los besos eran como la arena, infinitos. Cuando llegaba la luna y rozaba
Lágrimas de hielo resbalan lentamente, por los amores perdidos por esos poemas inacabados. Un cielo negro
Si solo lo viera en tus ojos aquel tiempo en el que besabas mis pestañas, en el que bendecías mis entrañas.
La puerta enorme de madera oscura y lienzos góticos se abrió sin darme tiempo a tocar, miré el enorme vestíbulo, allí cabía sin problemas mi apartamento, estaba alucinando por lo que ve...
Le pregunté al corazón su secreto y susurró tu nombre. Escondido, entre un latido y otro,
El concepto más triste es probable… Es una enfermedad nacida de un amo… Puede ser eliminada a través de la… Se puede curar sin efectos secunda… Cuando las flores se quitan de man…
No puedo caminar entre las calles de mi ciudad solo mi sofá, mi cama están de compañeros de viaje. Miro mis manos
He tirado por la calle de en medio y me voy de la ciudad he cogido el tren y dos botellas d… para beberme el camino a toda velo… Si quieres venir conmigo, dímelo
Este saudade como tarde de otoño en el crepúsculo. ..................................… En la ventana
Entras y sales de mi corazón roto como tú quieres. Dejas jirones míos en aquel suelo