Dori Gómez
Rotas mis alas, jamás podré volar, fragmentos de mi vida; los esparciste: como polvo de estrellas
Dime amor, ¿Me amarás como el mar ama la arena? ¿Te adentrarás en mis miedos y terrores,
Se ven perseidas desde Sierra Nevada. La noche es fría. Desde la puerta oigo volar mosquitos.
Brilla el bordillo de la acera, a la luz de la farola, la noche se hace locura, en esta ciudad de soledades acompañadas.
Le pregunté al corazón su secreto y susurró tu nombre. Escondido, entre un latido y otro,
En el silencio de aquella buhardilla sentí tu aliento. En la piel de mi nuca me diste un beso,
Tenemos un contrato con una sola cláusula: “siempre juntos”. Me pregunto sí lo cumpliremos en estos
Extraño el sabor de tus labios el abrazo fuerte de tus brazos la mirada felina mirándome con la tentación saliendo del iris… Los pies fríos
Te conocí y pensé que eras distint… ahora sé que no sabes luchar por lo que amas, que tu supuesta generosidad solo es pereza, para no mover tu culo y pelear.
Los pies descalzos andando por las nubes las aves vuelan. Van piando tristemente una canción,
NOCTURNO El grillo canta en la hechizada noche coplas a la luna alba. Estrellas brillan,
Flor carmesí regálame tu aroma la mece el aire ¡Ay! frágil amapola pétalos vuelan
Te VI por la calle, ¡Que escalofrío me dio! Tus ojos enganchados a los míos, como las hojas a las ramas.
La hierba se mece al más tierno compás de notas verdes. En la Toscana oye el swing del alma
En una mañana oscura llena de nube… Cojo el autobús y me dirijo al cem… No sé porque he ido hacía allí, qu… Miro curiosa las pocas personas qu… Oro en silencio a mis guías, pido…