POESÍA JAPONESA
Triste está el árbol luna redonda, mira solo en el campo
En aquel campo miro la margarita de blancos pétalos. Flores de primavera adivinas de amores.
Vuelan los pensamientos hacia ti estas tan lejos... no te siento como antes; ya no me estremezco. Necesito sentir el cálido abrazo
Sintió la sangre correr abrasadora… como un sendero liquido haciendo que se quemara que la locura del deseo se desatar… Gemidos en un dormitorio
Cada vez que veo asomar por la esq… tu melena rubia me vuelvo loco por tocarla, el placer de amasar con mis dedos… esa ansiedad que me da por besarte…
Era la hora de la siesta, la calle estaba desierta, hacia un calor de mil demonios, el pueblo de casas bajas con pequeños y bien cuidados jardines delanteros estaba en silencio. Casas c...
He tirado por la calle de en medio y me voy de la ciudad he cogido el tren y dos botellas d… para beberme el camino a toda velo… Si quieres venir conmigo, dímelo
Soy memoria de mi pasado de mi historia y mis años. Y al correr del tiempo en la parada del metro,
En el infierno aprendí a defenderme la oscuridad me ofreció fuerza el desamor me hizo una mujer dura. Lo siento por ti
El búho blanco cazador de la tundra. Estío frío. Saltando el oso va por las placas de hielo.
Hubiera dado la vida por salvar la tuya, todos estos años perdidos, tanto dolor, tanta soledad. ¿Para qué? Las entrañas
Lágrimas de hielo resbalan lentamente, por los amores perdidos por esos poemas inacabados. Un cielo negro
Se ven perseidas desde Sierra Nevada. La noche es fría. Desde la puerta oigo volar mosquitos.
Eres tan imbécil ¿de verdad creíste que no me daría… Tu cara de sorpresa me hace reír pequeño hombrecito puto ególatra ¿creíste que te iba…
Hay un lugar que me mata, me rompe sin embargo, siempre estoy ahí. Un sitio perverso donde el dolor es el placer