TANKA
La soledad me muerde con dureza, me arranca la carne, la saborea y… noche de ébano ni una luz en la calle. Hubo un día en
Sueña la vida con tener nubes rosas lluvia de corazones. Sabor a sangre tiene en los labios rojos
Eres ausencia soledad de ese invierno frío y nevado. Inmenso amor de paso; libertad pides,
Charla en la barra hombre medita, en mesacenter reloj atrasa
Nunca había oído tanto silencio, mi carne blanca como nácar reluce hambrienta del sonido de una mano recorriéndola. No veo la oscura noche,
El agua acuna el torrente del río oigo como habla. Mi alma cayendo por el mar de la vida,
Eres yerma, eres un campo vacío, eres hueca, como esos árboles de ramas caídas, retorcidas,
Lo reconozco: Me enamoré así, de lejos con cincuenta mundos de distancia, los fui saltando uno a uno, allí estabas con los brazos abiert…
La soledad me come, me roe, como u… come la morera, quiero gritar pero no puedo, solo susurro... dicen que si juntas mil susurros sale un alarid…
El miedo cierra puertas, se corren las ventanas de los ojos en el silencio de la noche. Estrellas rayan el cielo
Alboradas de piernas enredadas, en sábanas húmedas sábanas gastadas, con promesas y deseos de te quieros y frenesí.
Es la luciérnaga la que ilumina el bosque. Se va el estío. Por el sendero encontré hojas naranjas.
En la planicie en un invierno crudo. El lobo blanco.
Crucé puentes más allá del horizonte, más allá de la muerte, dónde muros me impedían ver la vida,
Estoy en casa son las doce de la noche y estoy con la música a toda pastilla. Quiero dejar de oír