Máquina rosa bordaba las cortinas las flores miran Pagoda sola entre árboles y flores
Que se te caiga la venda, mujer, deja que se te caiga. Enséñale al viento tus heridas. Deja que sanen,
¿A qué me huele el amor cuando estoy enamorada? A veces me huele a vino y a rosas otras a perfume de sándalo, esencia de vida.
Estoy implorándote entre dos luces en esta habitación sin salida dame tu mano coge la mía
Mi alma se serenaba en aquel lago cristalino entre rayos de sol leía un libro, el de mi vida.
Magia Que tu dedos llenen mi cuerpo de magia. Que tu voz cristalina, me susurre al oído que siempre me amarás.
¡Ay mi Andalucía! ¿Que te han hecho mi tierra sangrante y herida? Abandonada, sin rumbo como un barco varado.
Hilo MI corazón al tuyo con hilos de plata mi piel a tu piel con hilos de pasión deseo y delirio
Ay, esta enorme alma fiera que me mata que me lleva hasta el azul que me eleva haciéndome prisionera. Vuela, vuela, esclava
Gatos en barca entre mar, campo, niños recuerdos dulces center
Nunca he sido de esas que deja que la conozcas tanto que puedas destrozarla, siempre he huido de intimidades mi ser es mío.
Violetas púrpuras recuerdos de horas negras de amores rotos. Rosa de Halfeti melancólica flor
Los desposeídos aquellos que el alma la tienen embargada. Los desarrapados los conoce usted señor banquero
Barcas varadas en la orilla del mar. Es primavera. óleo por Ramón Pujo Sierra Nevada
Horas de papel ilusión tatuada y piercings refulgiendo a medianoche, una cerveza en el garito con luces de los setenta de neón.