Entre las sábanas ese negro silencio del desamor. Pequeñas perlas, de agua en esas pestañas,
Estabas en el pasado estabas que yo lo vi comiendo rabia bebiendo dolor. Las palabras eran puñales
Dicen que no hay noches perfectas pero aquella que trae la bruma de mis recuerdos fue inconmensurable. Una sonrisa insinuante
El velo blanco cubre la cara pálida, de ojos zafiros. En su mirar aletea el silencio,
Olea el trigo como si fuese mar, brisa de otoño. Aquella hormiga la miel robaba ufana,
La hembra pasea por Granada, el rumor del agua del Darro la acompaña en aquel camino, la luna la mira caminando. ¡El grito cómo sobresalta!
Estación Con qué alegría se viste de colores la bella primavera. Las margaritas
Arrancarme la piel a tiras sentirme morir día a día no distinguir el alba del crepúscu… dentelladas en el corazón venas largas saliendo sangre a bor…
No quieres a nadie solo a tu cocaína no sabes querer te abrí una puerta a la libertad tú la cerraste con llave.
El amor niegas, te amaré por los dos. Buscaré tu alma. Como esmeraldas son tus ojos amantes.
Me gusta el aroma a tierra mojada, me recuerda a tu piel, cuando sales de la ducha. Miro tus ojos y dibujo en ellos
Mi alma se serenaba en aquel lago cristalino entre rayos de sol leía un libro, el de mi vida.
La mujer hace un ramo de amapolas. Se oye ladrar. Lleva el camino hasta la casa blanca,
Me tomé mi dulce tiempo provocándo… mordiendo su cuello apretando su trasero arrasando sus labios sentía sus gemidos
Más allá del horizonte granate hay tierras yermas de alegría y ri… donde la ayuda se viste de trigo, y ramas de flores huelen a esperan… donde la humanidad es agua fresca.