Dori Gómez
(2015)
Mis piernas pisan fuerte en el calor del verano calles solitarias donde los tacones resuenan. Dentro de la falda muslos firmes
Me muerde con rabia, odio esta memoria que me está matando, sangran recuerdos, entre paredes sucias.
Me senté en su regazo la muerte, me abrazo fuerte me recosté en ella me hizo mirarla y me besó devoró mis labios
Tú estás en todos mis cielos y eres todos a la vez, y en mi firmamento me siento, me detengo, para no olvidarme nunc… que estás.
La flor de la Jacaranda es una copa de vino afrutado, algo curvada, como un beso que se vuelve mordida. Pétalos que son abrazos,
Ahora sé que mi futuro está contigo, es el conocimiento de los tiempos vi el cielo azul lo cogí y te lo regalé
Me fascina tu bellísimo rostro tus labios gruesos brillantes como el caramelo. Estoy loca por ti ¿qué tienes hombre del pelo azul?
¡Ay de MI que dolor me causaste en el alma! Un puñal clavaste en aquella noche de angustia, me he quedado sola, sola,
Hay duelos que en silencio gritan, nostálgias que sollozan suspiros, amores que damos y se quedan tirados en el suelo. Los ojos salen de sus cuencas
Tu dulce cuerpo, enredado en mis manos, en blancas sábanas. Ojos zafiros son los que me iluminan,
Sentí tu mano acariciar mi cuerpo. ¡Solo fue un sueño! Sonando el piano en el otoño triste,
Lágrimas negras que caen suavemente por MI cara, sangrante corazón, que late al ritmo
MI HOMBRE Mi hombre, me mira con ojos de deseo, él contempla mi boca, sonríe provocativo,
Solo se dedicaba a decir lo bellas que eran sus letras. Halagos a sí mismo se dirigía. Envidia insana de las personas, que realmente escribían.
Tallaré poemas en tu alma en tinta roja versos sentidos, mis palabras te pertenecen allí las dejo para siempre escritos de amor y deseo.