POESÍA JAPONESA
Trina el jilguero versos encadenados. ¡Maldita jaula, que lo tiene cautivo! Deja que cante
Entre las piedras olores de color flores que aroman deleite de los ojos la vida brota a tiempo.
Cuando se marchó aquel suave alete… de las mariposas, ya no temblé, si lo pienso, bien que me alegré; y me dije, yo amores no deseo. Mi amigo en su afán de amor verdad…
—Cada vez que te miro, todo mi cuerpo se estremece, las mariposas vuelan, mis piernas tiemblan. —Mi chica, mi amor, cuando miro tu…
Como cuchillas tus palabras atraviesan mi corazón, se tornan en la noche, heridas de sangre. El agua dormida
En la noche oscura a veces brilla una luz, un rayo pequeño que te hace sonreír. El titilar de una estrella;
Cuando la oscura noche parezca no… recuérdame entre la oscuridad y la luna escondida. Te quiero tanto, tanto no puedo decir las veces
Creo que te vi intentarlo entre el sueño y la vigilia salir de aquel abismo, tus manos se aferraban con fuerza, al resquicio de luz.
No he llegado a conocerte no me has dejado siempre ese no, como si no hubiese otra palabra en el mundo.
Camino sola, ahora sé que solo mi sombra es mi amiga, soledad acompañada de noches vacías. Camino sola, las ventanas brillan,
Entras y sales de mi corazón roto como tú quieres. Dejas jirones míos en aquel suelo
En este día de San Valentín piens… arrebujada aún en la cama, te miro… una media sonrisa en la cara. Recuerdos vienen a mi cabeza, cuan… este día, tan de grandes almacenes…
Los pies descalzos andando por las nubes las aves vuelan. Van piando tristemente una canción,
Esta noche deseo poseer tu cuerpo deleitarme en tu mirada besar tu boca ardiente como la pasión que te embarga.
Seda granate como sangre que mana va deslizándose por MI cuerpo nacar muerte inmortal