POESÍA JAPONESA
Prefiero quemarme a que me dejes apagarme como una pavesa. Esto parece una tragedia griega eras mi Dios, miento aún lo eres,
Con el alma en vilo al verte por la carretera mi corazón cosido con hilo para que no se salga y muera,
Entre las páginas de un libro en mis sueños tú ya estabas ahí enterrado entre letras, palabras de perdón. Pides perdón por amarme, pides
En la alba nieve flores que sobreviven. Helada diurna. El ave negra pica la flor de sangre.
Llegó el final de aquel camino, lloró mientras se abrazaba al tron… Cogió el tren, el paisaje pleno de… la alejo por un momento de sus pen… Árboles frutales pasaban por la ve…
Cerró las cortinas y puso la mano… ¿Cuántos bebés iban? Se preguntó… Tocó en la puerta del director del… La enfermera se entregó por ella m… Pobres niños, lloró, se quedan sol…
Hubiera dado la vida por salvar la tuya, todos estos años perdidos, tanto dolor, tanta soledad. ¿Para qué? Las entrañas
Que me gusta tener un sueño pero de hadas de tierra y agua ay, a esa ave saco la lengua cansado me poso en un leño Aquel gnomo me tiene en ascua,
Debes aprender en la noche eterna, a recordar las palabras del amor que dijiste que me tenías. No dejes que la oscuridad te lleve y sea tu dueña,
Aunque la vida nos rompa unas vendas de besos quizás una escayola en el alma nos deje nuevos. Deja que te diga que no hay que pe…
El búho blanco cazador de la tundra. Estío frío. Saltando el oso va por las placas de hielo.
La luna negra ilumina mi ventana quiero sentirme viva tú atravesaste con una bala mi dol… abriste la puerta te fuiste sin mirar atrás.
Me saturaste de ausencia mis pies besan el suelo alejándome del hogar en tu clavícu… respiraciones limpian una calle cualquiera de malos olor…
Luna de otoño el mar sin oleaje dorada noche Sombras felices los dos enamorados
Aquel día me levanté temprano, ape… Decidí irme a La Alhambra, allí h… Árboles y flores hacían que el fre… Peces rojizos la gente los contempla.