#Cubanos #Matanceros #Mujeres #ParaNiños #SigloXX
Prende tus luces cocuyo de marzo: esta es la noche de hablar con el gallo. Compartiremos
Do Re Mi Fa Sol, ya sube la araña. sol fa mi re do corriendo trabaja. Se mece,
El caballo negro iba por un trillo: cada paso suyo bordaba el camino. El caballo ruano
Al mediodía, cristal el agua, cristal las hojas, cristal el día. Cristal, cristales,
En primavera, nidos y flores. En el verano, lo aguaceros. En el otoño, las hojas secas. Los aguinaldos en el invierno.
Cuenta la estrella Polar que el puerto de Cabañas, los pescadores cubanos la nombraron capitana. Velero con altas velas
Palma real, bandera viva en el paisaje clavada, tu nombre lo mece el viento, el viento que llega y pasa. Cuando al ondular susurras
Con sus pichones la codorniz a la sabana viene a dormir. Un perro ladra
Los pinares de la Isla por la costa van creciendo: quieren echarse a la mar y volverse marineros. Y las toronjas maduras
En el río San Juan vive un pececito que aprende a nadar. Sobre el Yumirí —iris diminuto—
Caperucita Roja, juega conmigo: yo seré un día lunes y tú domingo. Juega conmigo:
En Playa Larga, el uvero, como homenaje al valor de los niños artilleros, ya no florece en febrero: en abril abre la flor.
El oro de la tarde tiñe la copa de una vieja yagruma quieta y sedosa. Duerme cansado el viento
EL día, una rosa blanca. La noche, un caballo negro. (La tarde, una mariposa que ha detenido su vuelo.)
En la casa que recuerdo, en la casa, entre el naranjal y el cielo: plátano indio, plátano congo,