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¡Limón, limón! Limón agrio, limón criollo, limón dulce, limón chino,
Cinta de arena para la nena. Gorro de sal para el coral. Y para el sol
Moterita de madera llena de polvos de arroz, con tapa de cristal fino y la mota de plumón. ¿De quién será la motera
En Playa Larga, el uvero, como homenaje al valor de los niños artilleros, ya no florece en febrero: en abril abre la flor.
Siete relojes, siete semillas, siete pelotas y una sombrilla. Siete burbujas,
Juana tejedora, téjeme un pañuelo para ir a la boda de don Pirulero. Dame, jardinero,
La garcita campesina polainas de tierra y alitas de harina. Pañuelo al viento se ve la garza.
La flor del tomillo buscaba una abeja: una abeja sola, una sola obrera. En el viejo pino
Los gallos de Trinidad, de la tarde a la mañana, velan los viejos palacios, cuidadn la Torre de Iznaga. En la Popa y la Vigía
Mamá Gallina Jabada viene con la cresta erguida y las patas enfangadas. Y su polluelo amarillo corre del nido al jardín
Cuenta la estrella Polar que el puerto de Cabañas, los pescadores cubanos la nombraron capitana. Velero con altas velas
De la lunita nueva vuela una garza; tiene el cuello nevado, de azul las alas. Volando viene
De parte del aguacero que cubran con un paraguas al retoño del almendro. El coralillo rosado debe prestar atención:
Le doy al niño de Chile la nueva patria que tengo: limpia y olorosa a limpio, patria dispuesta a quererlo como me quiere ella a mí,
¡Que ruede la rueda de pan y canela! Que llegue al campo, que busque el trigo, que diga al agua