En su puerta me dio anoche La mujer que adoro un beso, Y en la calle el hambre pude Calmar de un anciano ciego. Llegué a mi casa llorando,
En medio de las ondas, entre rumor… Ceñida de palmares y plátanos la s… Se tiende bajo un cielo purísimo,… Sultana de los mares, la ardiente…
Dos niños están jugando en el batey de un ingenio. ¡Dos niños! De pie está el uno, y el otro echado en el suelo. Aquél, con un bejuquillo,
center En la hamaca la existencia Dulcemente resbalando Se desliza. Culpable o no mi indolencia,