Es considerado el más joven representante de una brillante generación de poetas chilenos de vanguardia entre los que se encuentran Gabriela Mistral, Vicente Huidobro, Pablo Neruda. Algunos escritores del romanticismo y del expresionismo alemanes, además de Rilke y Nietzsche, tuvieron notable influencia en su formación intelectual. Un asombroso vuelo visionario y metafísico, así como una honda preocupación ética y estética recorren toda su obra. La poesía de Díaz-Casanueva es no sólo expresión del misterio, de lo inasible de la existencia, de la magnitud del drama humano sino búsqueda inagotable de una unidad primigenia y superior, canto ferviente, exaltación de la imaginación, así como de todas las potencialidades vitales y expresivas del ser humano. A la complejidad formal y semántica de esta escritura se unen su densidad, rigor y trascendencia.
(Ana María Del Re)
Humberto Díaz Casanueva (1906-1992)
Hablar de un poeta como Humberto Díaz Casanueva no es fácil. Es una labor riesgosa que llama al rigor e incluso a la osadía. Sin embargo, no por pedregoso y esquivo que pueda ser el camino, constituye un trabajo opaco y sin sentido emprenderlo, porque, lejos de llevarnos por el sendero de la confusión, su palabra nos acerca al origen del ser.
Leer a Díaz Casanueva es hurgar silenciosa e íntimamente en el origen de un ser reflexivo y, a la vez, reflejo de la acción humana. Un ser despierto, desnudo, fulgurante. Porque los versos en la poesía de este original autor son como él mismo lo declara: "desgarramiento de una máscara infinita... ". Convicción inhabitual y honesta en nuestras letras.
La Academia Chilena de la Lengua ha querido homenajear -una vez más- a uno de sus más ilustres y recordados integrantes. En medio de un año dominado por centenarios -y nonagenarios- se recuerda a un gran hombre y escritor de incalculable aporte a Chile desde su labor artística y cultural, como también desde el extranjero, siendo su cometido una larga e importante labor diplomática.
Juan Antonio Massone, destacado, reconocido y trascendente hombre de las letras nacional, dueño de un estilo pulcro, sobrio, elegante, comprometido y serio, presenta una semblanza y una selección de textos poéticos y algunas prosas del autor de Sol de lenguas. El libro ofrece un recorrido auténtico y original por distintos aspectos de este poeta-filósofo que fueron construyendo su vida más emblemática: la de vate y la de diplomático.
Este libro pretende dar cuenta de las diversas actividades de Díaz Casanueva en su larga trayectoria. Primero, una semblanza que se inicia en una calle recordada ("calle Progreso”) por el mismo poeta, de la remota y siempre viva infancia, pasando por sus actividades estudiantiles, donde se forja el rigor por el estudio -que lo llevará a convertirse en maestro de escuela-, hasta su aterrizaje en la labor diplomática.
En el cuarto apartado de esta semblanza, Juan Antonio Massone olvida por un instante el papel estricto de biógrafo, asumiendo un rol exegético. Saca a relucir toda la destreza, la sensibilidad y la intuición necesarias para sumergirse -a pesar de sus palabras iniciales del libro- en el tratamiento del ser en la poesía de Humberto Díaz-Casanueva.
La precisión léxica ("la naturaleza...tan significativamente viva crece o inclina la cerviz cuando arrecian los mandobles de la muerte, en esta poesía. "), la virtuosidad, el cuestionamiento certero, la selección casi perfecta de los versos -siempre se darán provechosas discusiones-, todos elementos vitales en el análisis de esta compleja obra poética, necesarios para el lector ajeno a este tipo de composiciones y contenidos -mal acostumbrados a la ya fatigosa experiencia puramente coloquial tan sobreexpuesta por la abundancia de signos mediáticos-, e incluso para el estudioso que no ha tenido la oportunidad de apreciar y de apuntar su catalejo hacia la dirección que da Massone en el análisis: La inquisición del ser. Ardua tarea para el poeta y el lector. Riqueza.
La apreciación de otros personajes destacados del ambiente cultural chileno siempre será motivo de regocijo para cualquier admirador de un artista. Aquí Massone invita a recorrer en breves páginas (pienso en la cantidad justa) las distintas opiniones de sujetos como Eduardo Anguita, Luis Merino Reyes, Pepita Turina, Alfonso Calderón y otros. Todos engrandecen con justificada razón la imagen perenne de Díaz-Casanueva. Además se señalan, oportunamente, los distintos estudios que se han realizado en torno a la obra del poeta.
El Premio Nacional es un galardón que significativamente trae consigo el reconocimiento intelectual de un artista. De ahí lo polémico del asunto, lo cuestionado siempre. Pero en Díaz Casanueva fue casi una obligación. Una deuda que pagar. Sin mayores miramientos y envidias -tradicional en nuestro medio- en 1971 se reconoció la larga trayectoria a este poeta, otorgándole dicho honor. El sexto apartado del libro nos llevará brevemente hacia el escenario que se dio previamente a la deliberación del jurado, y a la posterior impresión de Díaz Casanueva en el extracto del discurso de agradecimiento.
El último aspecto de la primera parte concluirá con el relato sobre la incorporación del homenajeado a la Academia Chilena de la Lengua. Palabras de admiración ante la figura eminente del fallecido poeta. El silencio de una voz que siempre habló desde lo profundo.
La segunda parte de esta obra revela la poderosa lucidez del poeta y el buen sentido del antólogo. Los poemas seleccionados pertenecen a sus más significativos libros: Vigilia por dentro, El blasfemo coronado, Réquiem, La estatua de sal, El sol ciego, El hierro y el hilo y El pájaro Dunga. Viaje iluminador para cuanto se ha dicho. La verdadera apreciación de una artista siempre se dará con mayor honradez y firmeza en la degustación de sus obras, y esta no es la excepción; al contrario, es el momento preciso para detenerse en el umbral del cuestionamiento por la existencia humana desde la poesía. "¿Qué soy para vosotros? ¿ Un moribundo? Yo no sé lo que soy ".
Las prosas no son parte menor en su obra. Porque la palabra poética se puede dar en toda clase de textos, si esta lleva consigo esa poderosa transparencia. Y en Humberto Díaz Casanueva la sabiduría tiene nacionalidad por excelencia. Los textos versan sobre pedagogía -una de sus grandes pasiones-, defendiendo su postura de la innovación original de América en relación a las grandes potencias e influjos extranjeros. En el texto "Presencia de Gerardo", el poeta recordará recreará a uno de sus grandes amigos. Luego aparecen artículos como "Homenaje a André Bretón ", y, respecto a la Historia: "Los esposos etruscos " y "La peregrinación de las uvas ". Al finalizar, se ofrece un listado completo de sus obras poéticas publicadas entre 1926 y 1991.
A pesar del panorama superfluo y exteriorizante de nuestra poesía actual, poetas de la talla del presentado indican un camino de la existencia, en el cual nos vamos asomando a esa realidad que es la muerte. Juan Antonio Massone así lo comprende y deja testimonio de un gran poeta, con el ánimo de trascender en quienes no han surcado las aguas del torrente misterioso.
Con poetas como Humberto Díaz-Casanueva pienso en que solo es un eclipse la oscuridad literaria de hoy -parafraseando a Gonzalo Rojas-, y que pronto volverá ese enigma poético que debe ser resuelto por el escritor, el verdadero y comprometido escritor. El Hombre de Letras.
Prometeo - http://www.prometeodigital.org/SIEMPRE_DIAZCASANUEVA.htm
Scielo - http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0716-58112005000100018&script=sci_arttext