La América Latina al fin se ha unido
a España en una conjunción que abraza
todas las glorias del león vencido
y las grandezas de la nueva Raza.
Es un tumulto espléndido y temido
que toda bárbara invasión rechaza;
¡y ya el pendón hispánico en olvido
al pabellón de América se enlaza!
España tiene la gloriosa palma,
y el mundo de Colón, fuerte y jocundo,
junto al alma española ha puesto su alma...
¡Dios, desde arriba del azul profundo,
las mira y piensa con suprema calma
que ambas serán el porvenir del mundo!