#1887 #Abrojos #EscritoresNicaraguenses #Modernismo
Convengo de cualquier modo. No son raras hoy las víctimas, y es preciso, en el mercado donde todo se cotiza, que se derrame y se busque
¡Dies irae, dies illa! ¡Solvet seclum in favilla cuando quema esa pupila! La tierra se vuelve loca, el cielo a la tierra invoca
¡Qué piropo! Escalda y pincha. ¡Qué obscenidad! ¡Qué baldón! ¿Quién lo dijo? Ese mocito del flamante redingot. A la pobre muchachuela
Es algo formidable que vio la viej… Robusto tronco de árbol al hombro… Salvaje y aguerrido, cuya formida… Blandiera el brazo de Hércules, o… Por casco sus cabellos, su pecho p…
De lo que en tu vida entera nunca debes hacer caso: la fisga de un envidioso, el insulto de un borracho, el bofetón de un cualquiera
En las pálidas tardes yerran nubes tranquilas en el azul; en las ardientes manos se posan las cabezas pensativas. ¡Ah los suspiros! ¡Ah los dulces…
¿Eva era rubia? No. Con negros oj… vio la manzana del jardín: con lab… rojos probó su miel; con labios ro… que saben hoy más ciencia que los… Venus tuvo el azur en sus pupilas,
Franca, cristalina, alma sororal, entre la neblina de mi dolor y de mi mal! Alma pura,
Cantaba como un canario mi amada alegre y gentil, y danzaba al son del piano, del oboe y del violín. Y era el ruido estrepitoso
Nada más triste que un titán que l… Hombre—montaña encadenado a un lir… Que gime fuerte, que pujante implo… Víctima propia en su fatal martiri… Hércules loco que a los pies de O…
Ay, triste del que un día en su es… pone los ojos e interroga. Está pe… Ay del que pide eurekas al placer… Dos dioses hay, y son Ignorancia… Lo que el árbol desea decir y dice…
¡Oh, luz mía! Te adoro con toda el alma; tu recuerdo es l… de mi esperanza. Corazón mío, ¡vieras, con mi silencio,
Oh, miseria de toda lucha por lo f… Es como el ala de la mariposa nuestro brazo que deja el pensamie… Nuestra infancia vale la rosa, el relámpago nuestro mirar,
¡Argentina! ¡Argentina! ¡Argentina! El sonoro viento arrebata la gran voz de oro… Ase la fuerte diestra la bocina, y el pulmón fuerte, bajo los crist…
¿Que por qué así? No es muy dulce la palabra, lo confieso. Mas, de esa extraña amargura la explicación está en esto: después de llorar mis lágrimas