#1887 #Abrojos #EscritoresNicaraguenses #Modernismo
¿Que lloras? Lo comprendo. Todo concluido está. Pero no quiero verte, alma mía, llorar. Nuestro amor, siempre, siempre...
Puso el poeta en sus versos todas las perlas del mar, todo el oro de las minas, todo el marfil oriental; los diamantes de Golconda,
Dio luz a sus estrofas el cielo az… Le atrajo con su inmenso fulgor el… Ciñeron su cabeza los lauros de la… Y fueron sus hermanos los hijos de… Las máscaras le dieron las Gracia…
¿Quién es candil de la calle y oscuridad de su casa? —Quien halla en aquélla flores y en ésta abrojos y lágrimas.
Aquí, junto al mar latino, digo la verdad: siento en roca, aceite y vino, yo mi antigüedad. ¡Oh, qué anciano soy, Dios santo,
En las pálidas tardes yerran nubes tranquilas en el azul; en las ardientes manos se posan las cabezas pensativas. ¡Ah los suspiros! ¡Ah los dulces…
Cuando llegues a amar, si no has a… sabrás que en este mundo es el dolor más grande y más profu… ser a un tiempo feliz y desgraciad… Corolario: el amor es un abismo
El mundo es un papanatas; el Demonio ya chochea: en tanto que la otra vive siempre joven, siempre fresca; con las uñas preparadas,
¿Que no hay alma? ¡Insensatos! Yo la he visto: es de luz... (Se asoma a tus pupilas cuando me miras tú.) ¿Que no hay cielo? ¡Mentira!
En medio del camino de la Vida... dijo Dante. Su verso se convierte… En medio del camino de la Muerte. Y no hay que aborrecer a la ignora… emperatriz y reina de la Nada.
¡Buenos Aires! es tu fiesta. Sentada estás en el solio; el himno desde la floresta hasta el colosal Capitolio tiende sus mil plumas de aurora.
¡Argentina! Tu ser no abriga la riqueza tentacular que a Europa finesecular incubó la furia enemiga. Y si oyes un día explotar
Junto al negro palacio del rey de la isla de Hierro—(¡oh, cruel, horrible destierro!)—¿cómo es que tú, hermana harmoniosa, haces cantar al cielo gris, tu pajarera de ruiseñores, tu form...
Phocás el campesino, hijo mío, que… en apenas escasos meses de vida, t… dolores en tus ojos que esperan ta… por el fatal pensar que revelan tu… Tarda a venir a este dolor adonde…
He aquí la exacta copia de un caso digno de fe. Lo cuento tal como fue, pues no es de cosecha propia.