Cerca de dos mundos
No son paredes blandas y para mi es mucho mejor para avivar más el dolor que no calla un grito al aire. La falla es tener que volver a pasar por las mismas calles en la mente del recuerdo de los “me gusta que digas eso”, de las despedidas con las manos unidas esperando el retorno o esperando el quedarse.
¿Y si eso que dije solo hizo que te quedarás más tiempo? ¿y si eso que dije después hizo que te alejarás más despacio? Lo que hubiera sido sí la paciencia, pero tu miedos no tenian la menor idea de lo que se trata la calma y mi enojo no tiene la menor idea de la clemencia.
El tiempo que nos alejamos no fue para extrañarnos. Ahora me doy cuenta que nos apartó para extrañar pero solo un recuerdo. No hay peor cárcel que la del echar de menos, los “también anhelo”, los “te dedico” y no hay peor medicina que escuchar “mañana estarás mejor”.