Incluso, si llegaran a ser de arena mis manos, no encontraría método, ni táctica alguna para abrazar tu vasta humedad,
No puedo dejar la esperanza a fortuna del viento,
Después de caminar un tiempo, he parado a mascar la vida Me aterra el vacío de las rotondas que solo dan ansiedad,
¿A que distancia hay que ubicarse de uno mismo para darte cuenta de que es ese tu momento?
Sin pensarlo, abro a ti mi más dulce bienvenida.
¿Cómo rescatar el oro del sol, si…