#Españoles #Generación27 #PremioCervantes #SigloXX
¿Qué me quiere tu mano? ¿Qué deseas de mí, dime, árbol mío? ...Te impulsaba la brisa: pero el gesto era tuyo, era tuyo. Como el niño, cuajado de ternura
Yo me senté en la orilla; quería preguntarte, preguntarme tu secre… convencerme de que los ríos resbalan hac… y que cada uno nace y muere distinto (lo… Quería preguntarte, mi alma quería pregu…
Mañana lenta, cielo azul, campo verde, tierra vinariega. Y tú, mañana, que me llevas.
Si, yo te asesiné estúpidamente. Me mol… mientras escribía un hermoso, un dulce s… Y era un consonante en –úcar, para rimar… lo que me faltaba. Mais, qui dira les torts de la rime?
Qué hermosa eres, libertad. No hay nada que te contraste. ¿Qué? Dadme tormento. Más brilla y en más puro firmamento libertad en tormento acrisolada. ¿Que no grite? ¿Mordaza hay preparada?
#Soneto
Se me quedó en lo hondo una visión tan clara, que tengo que entornar los ojos cuando intento recordarla. A un lado, hay un calvero de solares
¡Primavera feroz! Va mi ternura por las más hondas venas derramada, fresco hontanar, y furia desvelada, que a extenuante pasmo se apresura. ¡Oh qué acezar, qué hervir, oh, qué prem…
Ah, yo quiero vivir dentro del orden general de tu mundo. Necesito vivir entre los hombres. Veo un árbol: sus brazos ya en angustia
Me embriago de aromas. Qué delicia, campo recién llovido castellano. Qué embriaguez, tocar, tocar...: mi mano febrilmente las cosas acaricia. No se sacia la vista que se envicia
¿Te quebraré, varita de avellano, te quebraré quizás? ¡Oh tierna vida, ciega pasión en verde hervor nacida, tú, frágil ser que oprimo con mi mano! Un chispazo fugaz, sólo un liviano
Gota pequeña, mi dolor. La tiré al mar. Al hondo mar. Luego me dije: ¡A tu sabor ya puedes navegar!
Si vais por la carretera del arrabal, ap… El dedo de mi Dios me ha señalado: odre… y una ramera de solicitaciones mi alma, no una ramera fastuosa de las que hacen… sobre el cabezo del valle, en el palacet…
Tú le diste esa ardiente simetría de los labios, con brasa de tu hondura, y en dos enormes cauces de negrura, simas de infinitud, luz de tu día; esos bultos de nieve, que bullía
Entre mis manos cogí un puñadito de tierra. Soplaba el viento terrero. La tierra volvió a la tierra. Entre tus manos me tienes,
Y esta mujer se ha despertado en la noch… y estaba sola, y ha mirado a su alrededor, y estaba sola, y ha comenzado a correr por los pasillos…