Si algo con gran esfuerzo consiguieras
lo ibas a valorar enormemente,
aunque no fueran cosas muy cimeras
ni de naturaleza trascendente.
Lo que trabajo cuesta sube el precio
a límites bastante superiores
a lo normal, sintiendo gran aprecio
sabiéndonos del mismo sus autores.
Hecho con gran cariño crece más
todavía el valor a nuestros ojos,
por más que no lo entiendan los demás
y piensen que es debido a los antojos.
Valoramos mejor aquellas cosas
que al hacerlas han sido trabajosas.