La crisis económica se acaba
a no dudar con más o menos suerte,
mas la moral, en cambio, más se agrava
y se va haciendo cada vez más fuerte.
Muchos de los valores que hubo antaño
han desaparecido por completo
y los que no, sufrieron tanto daño
que ya no causan ni el menor respeto.
Aquellos buenos modos ya no existen,
ni amor por las costumbres ancestrales
y las gentes de edad que no rechisten,
que les van a llamar tales por cuales.
Y lo peor, que ya ni una sonrisa
regalamos por culpa de la prisa.