Cumples ya medio siglo en este día
y el acontecimiento has celebrado
teniéndonos a todos a tu lado
como siempre, y repletos de alegría.
En tus ojos también aparecía
el buen ángel que tienes asignado,
que igualmente feliz y entusiasmado
al verte tan dichosa, sonreía.
Esa felicidad que hay en tu cara
parece que te llega desde el cielo
para que la derrames por doquier,
con la intención adrede y harto clara
de que pongamos el mayor desvelo
para que venturosa puedas ser.
Es un dulce quehacer
que vamos a cumplir con gran orgullo
para que el mundo entero sea tuyo.