Si alguna vez te encuentras en apuro,
pídele a un buen amigo que te ayude
y si enseguida y presuroso acude
de él podrías estar más que seguro
por si se repitiera en el futuro,
porque se ve que su misión no elude
y no es probable que en su vida dude
ni lo más mínimo por ser tan puro.
Una persona así su peso en oro
y más vale, por ser un gran tesoro,
que igual que el oro en paño hay que guardar,
porque no es fácil encontrar a nadie
que semejante confianza irradie
para tranquilo y bien seguro estar.