Si pecado es amar, iré al infierno
y te seguiré amando eternamente
sin querer arrancarte de mi mente,
por más que me consuma el fuego eterno.
Infinito es mi amor por eviterno,
pues goza de un aumento permanente
y aunque tanto te doy, un remanente
siempre me queda y además, superno.
No pueden ni de lejos compararse
otros que pueda haber o hayan habido
por muy grandes que sean, lo aseguro,
pues fuera la mitad para alegrarse
de haber graciosamente conseguido
algo que ni en el cielo lo hay más puro.