Si alguna vez te dejo de querer
piensa que es porque estoy loco de atar,
porque en mi sano juicio no iba a estar
teniendo tan absurdo proceder.
Sólo te pienso a ti, que no hay mujer
en este mundo a la que pueda amar
y aún me quedo corto, es adorar,
que es la palabra que debí poner.
El cien por ciento ocupas de mi ser,
en el que de por vida vas a estar
y aumentará mi amor como has de ver,
porque será muy fácil comprobar
cuando sientas en ti que ese placer
que te dé va aumentando sin cesar.