Cristian Pérez

a tu servicio

Cristian Pérez

Espanto, que llegas a mí y
así como llegas  te alejas  un poco .
espanto, que llegas y te posas en
la  palma de mi mano,
que jugueteas a despertar
el perdón de mi orgullo  y  peor
que juegas  a calentar mi
rencor con pañitos de agua  tibia .
espanto, que baja desde la
colina y se  inclina a tus pies  y
hace de mí  tu cordero  .
espanto, que ha hecho de  mí  
el más astuto  de tus  pordioseros  .

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