Cesar Vargas

Fuiste

...

Me quedé en la sombras del encuentro
No llegaste al nido del romance
Te esperaban las voces del afecto
y unos brazos gigantes de seda
Convertidos por tu ausencia súbita
en células de silencio y pena
 
Inocentes sueños construidos
desvanecidos como la espuma
blanca de los idilios caídos al borde
de las playas que van y vienen
llevando en su oleaje algas agonizantes
que abandonaron la roca firme
para ser arrastradas por las corrientes
y quedar varadas y marchitas en la arena
 
La realidad comprueba lo oculto
Y todo mi ser perfumado de verdad y ternura
Plantado como el árbol más perdurable
Grueso de certezas que no tienen límites
 
Alto, empinado a las zonas nuevas
Con raíces colmadas de aguas que sanan
Y frutos que son medicina para el desamor
Ansía solo bien en el recorrido
 
Del viaje de la libertad y el aprendizaje
de experimentar y buscar hasta encontrar
lo que verdaderamente eres en tu profundidad
y lo que realmente quieres en la superficie
Y mientras das la vuelta por la tierra y por el mar
Aquí está el cielo, posado en sus estrellas
 
Y radiante que vayas en busca de tu felicidad.

(2013)

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