Que gran mentira esa, la de que no cuesta nada soñar.
Es un suspiro más lanzado al viento
Es una lágrima más que cae al mar
Otra herida sobre MI corazón, que aún sigue latiendo.
Decidme donde está aquel que dijo
Que no cuesta nada soñar.
Decidme donde está, para que se retracte de su calumnia
Para que vea como muere mi suspiro
Para que escuche caer mi lágrima
Para que manche sus dedos con mi sangre.
Soñé ayer con ella, con mis ojos abiertos
Soñé cuando dijo “Te amo”
Con ese mismo temblor en la voz, en el cuerpo
Con esa misma mirada, mas no puesta sobre la mía
Los dos sentados, donde aún descansan, de mi corazón
Los restos.
Que mentira es esa, la de que no cuesta nada soñar
Pues soñar, ya me cuesta el todo
Por recibir la nada.