Carmen Alicia Cadilla

Carmen Alicia Cadilla

Carmen Alicia Cadilla  Poetisa puertorriqueña, nacida en Arecibo en 1908. Autora de una producción lírica que, por su hondura y brillantez, ha sido traducida a los principales idiomas del mundo, está considerada como una de las grandes voces de la poesía femenina puertorriqueña del siglo XX, junto con Julia de Burgos y Clara Lair. Además, en compañía de estas dos autoras se ha distinguido también por su encendida defensa de la promoción de la mujer en la isla antillana.

Carmen Alicia Cadilla  Poetisa puertorriqueña, nacida en Arecibo en 1908. Autora de una producción lírica que, por su hondura y brillantez, ha sido traducida a los principales idiomas del mundo, está considerada como una de las grandes voces de la poesía femenina puertorriqueña del siglo XX, junto con Julia de Burgos y Clara Lair. Además, en compañía de estas dos autoras se ha distinguido también por su encendida defensa de la promoción de la mujer en la isla antillana.

Alentada desde muy temprana edad por una acusada vocación poética, Carmen Alicia Cadilla se dio a conocer como escritora por medio de unas composiciones primerizas que publicó en la revista Puerto Rico Ilustrado. A partir de entonces, su compromiso con la literatura difundida a través de publicaciones periódicas se mantendría firme a lo largo de toda su andadura literaria, de tal modo que gran parte de su producción lírica habría de quedar diseminada por gran cantidad de periódicos y revistas culturales.

 Esta vinculación con la prensa periódica se consolidó definitivamente tras los estudios periodísticos que la joven escritora pudo seguir en la vecina isla de Cuba, merced a una beca otorgada por el gobierno de su propio país. Posteriormente -y ya de nuevo en suelo puertorriqueño-, hizo valer esta formación periodística en calidad de directora de la revista Alma Latina, de donde pasó a ejercer las funciones de redactora -gracias a su condición de funcionaria del Departamento de Instrucción Pública- en dos publicaciones dirigidas a los jóvenes lectores antillanos: el rotativo Escuela y la revista Semana.

Por aquel entonces ya habían visto la luz sus primeras entregas poéticas, iniciadas por el volumen de versos titulado Los silencios diáfanos (San Juan de Puerto Rico: Imprenta Venezuela, 1931), al que siguieron los poemarios Lo que tú y yo sentimos (San Juan de Puerto Rico: Imprenta Venezuela, 1933) y, al año siguiente, Canciones en flauta blanca (San Juan de Puerto Rico: Imprenta Venezuela, 1934), obra que ya contaba con el respaldo de algunos de los grandes poetas hispanoamericanos contemporáneos, como la chilena Gabriela Mistral, autora del prólogo que lo encabezaba. Aunque un gran número de composiciones líricas de la escritora de Arecibo quedó impreso en los rotativos y revistas ya mencionados en parágrafos anteriores, lo cierto es que Carmen Alicia Cadilla recogió otros muchos poemas propios en sucesivos poemarios que fue dando a la imprenta en forma de libros autónomos; así, el resto de su producción poética se compone de otros títulos como Raíces azules (San Juan de Puerto Rico: Imprenta Venezuela, 1936), Litoral del sueño (San Juan de Puerto Rico: Imprenta Venezuela, 1937), Zafra amarga (San Juan de Puerto Rico: Imprenta Venezuela, 1937), Voz de las islas íntimas (Santo Domingo [República Dominicana]: Editora Montalvo, 1939), Diapasón (Mendoza [Argentina]: Brigadas Líricas, 1939), Ala y ancha (La Habana [Cuba]: Ediciones "La Verónica", 1940), Antología poética (San Juan de Puerto Rico: Imprenta Venezuela, 1941), Alfabeto del sueño: poesía niña (San Juan de Puerto Rico: Imprenta Venezuela, 1956) y Entre el silencio y Dios (San Juan de Puerto Rico: Ediciones Juan Ponce de León, 1966). Además, es autora de un extraordinario poemario inédito, Calendario lírico de Puerto Rico, que en 1964 fue galardonado con el primer premio de poesía en el V Certamen Literario Panamericano.

Lógicamente, esta extensa e interesante producción literaria le ha valido a la autora de Arecibo otros muchos honores y reconocimientos, entre los que resulta obligado recordar el primer premio en el Certamen del Círculo de Escritores y Poetas Iberoamericanos, concedido en la ciudad norteamericana de Nueva York en 1966.

Todas estas distinciones contribuyeron a acentuar su presencia en el panorama artístico e intelectual de su país a mediados del siglo XX, donde se destacó como miembro de la Sociedad de Mujeres Periodistas de Puerto Rico y de la Sociedad de Autores Puertorriqueños.

A grandes rasgos, en la evolución estilística y temática de Carmen Alicia de Cadilla es fácil señalar una primera y pronunciada influencia de los modelos postmodernistas, que pronto dio paso a la asimilación de las nuevas formas vanguardistas para acabar situándose de lleno en los límites estéticos del movimiento atalayista. Sin embargo, dentro de ese peculiar tono poético, específicamente suyo, que mira siempre hacia su propia intimidad y analiza los pequeños hechos que la rodean (por insignificantes que puedan parecer), Carmen Alicia de Cadilla supo evolucionar personalmente hacia la recuperación de viejas fórmulas románticas todavía aptas para la expresión de ese sentimiento íntimo procedente de su pequeño mundo interior. Entre los temas más representativos de su obra, destacan la alabanza ante la contemplación del mundo, el deseo de alcanzar una vida idealizada y la exploración minuciosa de los sentimientos amorosos. Y en lo tocante a los aspectos formales, tal vez el hecho más significativo radique en la brevedad de que hacen gala casi todas sus composiciones.

Referencias

www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=cadilla-carmen-alicia

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