Si no viene hoy
te sacaré de tu sombrero cordobés
como si fuera un palomo de alas níveas.
Si no vienes hoy arrojaré tus cartas en un álamo hueco,
para mirarlos destrozados por la humedad o por los pájaros.
Si hoy no regresas te diré que has muerto,
que estás soñando que de mí te salvas,
golpeando inútilmente un muro de agua
nadando entre montañas de sikencio.
Si hoy no regresas perderán la guerra los ingleses,
o tal vez los judíos, o el petróleo los árabes
o los adolescentes sus flexibles cabellos.
Si no regresas hoy iré a buscarte
hasta las cuevas donde el vino tinto
se convierte en palabra.
Si no vienes hoy,
haré girar el carrete e tu vida el revés,
la historia de los hombres al revés,
y no pararé jamás hasta llegar al paraíso,
y reírme de ver como te aburres
sin tu traje de parra y sin corbatas.