(Siglo XVI)
La vida, el mar, tumulto y honda seda inmóvil
CERVANTES
#EscritoresEspañoles #Generación27 #PremioNobel #SigloXX #SigloXXI (1993) - - Canto SALVACIONES Salvación V de la
Algo en mi sangre espera todavía. Algo en mi sangre en que tu voz aú… Pero no. Inútilmente yo te llamo. Aquella voz que te llamaba es ésta… Ven hacia mí. Mis brazos crecen,…
Yo iba contigo. Tú con tristes oj… parecías la tarde en la mañana. Mi amor, al verte triste, atardecí… Atardecía, pero alboreaba. Pues yo te quise más. Para alegra…
Dejad que la palabra haga su presa… se encarnice en la horrenda miseri… primaveral, hoce del destino, cual… corrupta. Súbitas, algunas formas mortales,
Eres feliz. Saber no quieras lo que brilla en los ojos humanos. Sonríe tú como mañana fresca, como tarde colmada en su ocaso. Porque eres eso, sí: la tarde pura
Muy cerca de la vida. Así tu habl… Llegaste a viejo cual se llega al… Azotado del viento y de los años fuiste la vida, no sus desengaños. Tu voz sonaba a viento y caracolas…
Íbamos de camino. Mi cariño en sus brisas te oreaba. Tu cabello llevado entre los céfir… era también como brisa del alma. Eras también como brisa en la bris…
Profunda es esta guerra y combate,… ha de ser muy profunda; y el dolor muy delgado porque el amor de su esperanza delgado es, e íntimo.
Aquí estás, camino de siempre, hacia adelante, rota la aspiración rosada, luna que empalidece toda cosa. Aquí estás y debes andar,
Sólo quien se entrega recibe. Huele, quien renuncia al olfato, un olor prodigioso. ¡Vive, misterïoso desacato! Y así de pronto asciende ya
Mucho te quise y con dolor te miro cuando aquí pasas con tu sueño a c… Mas para siempre, desde lejos, hon… mis ojos te recuerdan. Aquí en la tarde te contemplo
Mira los aires, alma solitaria, alma triste que sola vas gimiendo. Asciende, sube. Amor te espera. La cima es alta. Escaso, el apare… Aleteante, temblorosa y blanca,
Ojos que vi tan llenos de dolor en el último día, cuando faltaba p… para morir, y desde el lecho
Haber estado fuera de ti mismo, un… la quietud, pordiosero de tu conciencia, eremita en el yermo de la inacción, creyen… solamente en el cardo, en la exces…
No había ni rastro del día. (En la región veloz y fría allí está inmóvil el verano.) Nada en el alma se sentía que fuese dolor o alegría.