La que ves en piedad, en llama, en… ara en el suelo, al sol pira, al v… Argos de estrellas, imitada nave, nubes vence, aire rompe y toca al… Esta pues que la cumbre del Carme…

Sola esta vez quisiera, bellísima Amarili, me escucharas, no por ser la postrera que he de cantar afectos suspendid… sino porque mi voz de ti confía

Esos rasgos de luz, esas centellas que cobran con amagos superiores alimentos del sol en resplandores, aquello viven, si se duelen dellas… Flores nocturnas son; aunque tan b…

Apurar, cielos, pretendo, ya que me tratáis así, qué delito cometí contra vosotros naciendo; aunque si nací, ya entiendo

Sale en lo alto de un monte Rosa… Rosaura Hipogrifo violento, que corriste parejas con el viento… ¿dónde, rayo sin llama,

Con el cabello erizado, pálido el color del rostro, bañado en un sudor frío, vueltos al cielo los ojos, más muerto que vivo, haciendo

¿No me conocéis, serranos? Yo soy el pastor de Filis, cera a su pecho de acero, esclavo a sus ojos libres. Huésped en vuestras riberas,

El soldado español de los Tercios Este ejército que ves vago al yelo y al calor, la república mejor y más política es

El Sitio de Breda Estos son españoles, ahora puedo hablar encareciendo estos soldados y sin temor, pues sufren a pie que… con un semblante, bien o mal pagad…

Segismundo Es verdad, pues: reprimamos esta fiera condición, esta furia, esta ambición, por si alguna vez soñamos.

Esos rasgos de luz, esas centellas que cobran con amagos superiores alimentos del sol en resplandores aquello viven que se duele de ella… Flores nocturnas son: aunque tan b…

Esos rasgos de luz, esas centellas que cobran con amagos superiores alimentos del sol en resplandores, aquello viven, si se duelen dellas… Flores nocturnas son; aunque tan b…

En la apacible Samaria, hacia donde el sol se pone, en túmulo de esmeraldas yace un gigante de flores. Verde Atlante de los cielos,

Aunque de gloria se viste, Madrid, tu dichoso suelo, nunca más gloria tuviste que cuando, imitando al cielo, pisado de ángeles fuiste.

Salid, ¡oh Clori divina! al Tormes, que ofrece hoy fija puente a vuestra planta su inquieto cristal veloz. Esta vez pudo el diciembre