La noche cayó
y no tengo tus ojos,
el abrigo que abraza el alma.
La noche cayó
y no tengo tus labios,
esa almohada cálida.
Te pienso.
Te hago real, tangible.
Hago de tu ausencia mi compañía.
Aunque no estés, te amo.
Te amo presente y ausente,
al teléfono o a mi lado.
Te necesito en cada momento.
En cada instante de mi vida.
Te materializas ante mí en una foto,
puedo observar tu belleza y no tocarla.
Se hizo de día
y mi vida no es nada.
Sin embargo, estás conmigo
más allá de los kilómetros.