REDENCIÓN
Volveremos a ser ¡otra vez ya fuimos!
Para ir lavando desaciertos
y aumentar virtudes.
Somos nuestra raza vieja
que otra vez echa raíces
y retoña esplendorosamente.
Somos el hombre
que muestra facetas infinitas;
un hombre que mil veces se repite.
Somos tan viejos como el tiempo,
como la misma historia.
Estamos de nuevo para redimir lo viejo.
Cada vez que nacemos
redimimos el pasado,
y así seguiremos: naciendo en otros,
para que ellos nos rediman.
Así por siempre
hasta la redención final.