PREÑEZ La redondez del mundo se repite en tu cintura, círculo creciente, urna de amor que guarda la simient… que al Hombre eternizarse le permi…
LUZBEL Con el correr del tiempo te has vu… ni siquiera los niños, ya te tiene… por eso considero, para ti lo mej… pedir perdón a Pedro a Lucas, Jua…
CANTO PARA ESPAÑA. Poema en versos Blancos Endecasíl… Desde América ubérrima te canto con voz atronadora de los vientos, que nacen en los Andes majestuosos
MARIAMULATA En un barco negrero, camuflada, escondiendo su canto lastimero, se vino acompañando al prisionero para aliviar su vida desolada.
AURORA, LA DE NOMBRE MA… Gorjeo de canoras avecillas que letrean tu nombre mañanero, con voces retrasadas del lucero que desgrana su luz por las orilla…
SI EL AMOR OBTUVIERA… Para Gloria Rodríguez, mi esposa Si el amor obtuviera la victoria sobre toda vivencia negativa, no anduviera como anda a la deriva
LA BELLA DURMIENTE DEL… Refundición en soneto alejandrino… Por cien años dormida, una bella p… en el bosque escondido, con sirvie… enjaulados turpiales, y ligeros c…
EL LIBRO Es el papiro su ancestral parient… que sabio sacerdote cortesano guardaba en pliegues para el sobe… que anhelara saber del tiempo aus…
MIS PIES YA NO SABEN CA… Ahora, después de mucho tiempo, recuerdo que te dije entonces, que te iría a buscar; pero el amor se me enredó en la vi…
PERJURAS MARIPOSAS Un enjambre de aflictas mariposas, cansadas de la efímera existencia, a dioses del jardín piden clemenci… por su anhelo de ser como las rosa…
HABER VIVIDO Mirar desde los puentes las turbulencias de las aguas, podrá ser lo que tú quieras, menos haberlas conocido.
A DIOS, INCOMPRENSIBLE. Mejor creer en ti, sin argumento que, lógico, llegar a una aporía; porque contigo es dulce la agonía y aminora, contigo, mi tormento.
AMOR CRUCIFICADO Reacia a mi llamada persistente te niegas, persistente, a mi llama… a sabiendas de que por ti he llora… y que gimo, por ti, como un demen…
RAMILETE DE ROSAS Y AFE… Si pudiera inventar un idioma de palabras gallardas... lo hicier… para darte las gracias Graziella, por el canto tan dulce y celeste
DESPEDIDA En las voces calladas de tus gesto… escucho la gélida palabra de tu de… que viaja hacía mí en los carruaje… de una bruna indiferencia.