BARRANQUILLA
De nuestra patria, en la norteña esquina,
desmurallada entregas tus costados,
a sanchos y a quijotes apostados
en tu arena fluvial, cuasi marina.
“El Río Grande”, de la zona andina,
que nace silencioso en los nevados,
te regala sus dones exaltados,
que con tonos nativos los combina.
Sirenas industriales te convocan
a gestas de trabajo cotidiano,
donde el artista unido al artesano,
en horas de iniciar, cuando las tocan,
y formando los dos un solo hermano
en alto pedestal tu faz colocan.