#Argentinos #PremioCervantes #SigloXX #1960 #ElHacedor
Haber visto crecer a Buenos Aires… Recordar el patio de tierra y la p… Haber heredado el inglés, haber in… Profesar el amor del alemán y la n… Haber conversado en Palermo con u…
¿De qué agreste balada de la verde… de qué lámina persa, de qué región… de las noches y días que nuestro a… vino la cierva blanca que soñé est… Duraría un segundo. La vi cruzar…
Zanjones, sierras ásperas, médanos, sitiados por jadeantes singladuras y por las leguas de temporal y de…
Aquí está la moneda de hierro. In… las dos contrarias caras que serán… de la terca demanda que nadie no s… ¿Por qué precisa un hombre que una… Miremos. En el orbe superior se e…
De los muchos problemas que ejercitaron la temeraria perspicacia de Lönnrot, ninguno tan extraño—tan rigurosamente extraño, diremos—como la periódica serie de hechos de sangre que culmi...
Campos de mis abuelos y que guarda… todavía su nombre de Acevedo, indefinidos campos que no puedo del todo imaginar. Mis años tardan y no he mirado aún esas cansadas
¿En qué noche secreta de Inglater… O del constante Rhin incalculable… Perdida entre las noches de mis no… A mi ignorante oído habrá llegado Tu voz cargada de mitologías,
En el decurso de mis muchas, de mis demasiadas conferencias, he observado que se prefiere lo personal a lo general, lo concreto a lo abstracto. Por consiguiente, empezaré refiriéndome a...
La pregunta es retórica; sé demasiado bien la respuesta. Es temer y contar en la alta noche las duras campanadas fatales, es ensayar con magia inútil una respiración regular, es la carg...
Ni tiniebla ni caos. La tiniebla requiere ojos que ven, como el sonido y el silencio requi… y el espejo, la forma que lo puebl… Ni el espacio ni el tiempo.
Cuarenta naipes han desplazado a l… Pintados talismanes de cartón nos hacen olvidar nuestros destino… y una creación risueña va poblando el tiempo robado
María Kodama lo descubrió. Pese a… Lo miro. Siento que es una parte… Lo miro. Pienso en aquel Chiang… Lo miro. Pienso en el artesano qu… No sé si vive aún o si ha muerto.
La llanura que espera desde el principio. Más allá de los últimos durazneros, junto a las aguas, un gran caballo blanco de ojos dormidos parece llenar la mañana. El cuello arqueado, com...
El sueño que Pedro Henríquez Ureña tuvo en el alba de uno de los días de 1946 curiosamente no constaba de imágenes sino de pausadas palabras. La voz que las decía no era la suya pero se...
¿Dónde estará mi vida, la que pudo haber sido y no fue, la venturosa o la de triste horror, esa otra co… que pudo ser la espada o el escudo y que no fue? ¿Dónde estará el per…