#Argentinos #PremioCervantes #SigloXX #1975 #LaRosaProfunda
Yo anhelo un arte que traduzca la emoción desnuda, depurada de los adicionales datos que la preceden. Un arte que rehuya lo dérmico, lo metafísico y los últimos planos egocéntricos y mo...
Dilató su valor sobre los Andes. Contrastó montañas y ejércitos. La audacia fue costumbre de su esp… Impuso en la llanura de Junín término venturoso a la batalla
Nunca se había demorado en los goces de la memoria. Las impresiones resbalaban por él, momentáneas y vívidas; el bermellón de un alfarero, la bóveda cargada de estrellas que ta...
Durante cien otoños he mirado tu tenue disco. Durante cien otoños he mirado tu arco sobre las islas. Durante cien otoños mis labios
El arco del Señor surca la esfera Y nos bendice. En el gran arco pu… Están las bendiciones del futuro, Pero también está mi amor, que esp… La moneda cayó en mi hueca mano.
Lo ha alcanzado una bala en la rib… de una clara corriente cuyo nombre ignora. Cae de boca. (Es verdader… la historia y más de un hombre fue… El aire de oro mueve las ociosas
No habrá una sola cosa que no sea una nube. Lo son las catedrales de vasta piedra y bíblicos cristal… que el tiempo allanará. Lo es la… que cambia como el mar. Algo hay d…
En Wisconsin o en Texas o en Alabama los chicos juegan a la guerra y los dos bandos son el Norte y el Sur. Yo sé (todos lo saben) que la derrota tiene una dignidad que la ruidosa victor...
Mi propósito es comentar los versos más patéticos que la literatura ha alcanzado. Los incluye el canto XXXI del Paraíso y, aunque famosos, nadie parece haber discernido el pesar que hay...
Publicada al promediar el siglo XVIII, esta refutación (o su nombre) perduraría en las bibliografías de Hume y acaso hubiera merecido una línea de Huxley o de Kemp Smith. Publicada e...
Aquí también. Aquí, como en el ot… confín del continente, el infinito campo en que muere solitario el gr… aquí también el indio, el lazo, el… Aquí también el pájaro secreto
De los muchos libros de versos que mi resignación, mi descuido y a veces mi pasión fueron borroneando, El otro, el mismo es el que prefiero. Ahí están el Otro poema de los dones, el Poe...
Le cruzaba la cara una cicatriz rencorosa: un arco ceniciento y casi perfecto que de un lado ajaba la sien y del otro el pómulo. Su nombre verdadero no importa; todos en Tacuarembó le d...
A nadie puede maravillar que el primero de los elementos, el fuego, no abunde en el libro de un hombre de ochenta y tantos años. Una reina, en la hora de su muerte, dice que es fuego y ...
Todas las cosas son palabras del idioma en que Alguien o Algo, noc… escribe esa infinita algarabía que es la historia del mundo. En s… pasan Cartago y Roma, yo, tú, él,