Recogido por Esteban Peicovich en su libro "Borges, el palabrista"
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No soy yo quien te engendra. Son… Son mi padre, su padre y sus mayor… Son los que un largo dédalo de amo… Trazaron desde Adán y los desiert… De Caín y de Abel, en una aurora
En Londres, a principios del mes de junio de 1929, el anticuario Joseph Cartaphilus, de Esmirna, ofreció a la princesa de Lucinge los seis volúmenes en cuarto menor (1715-1720...
Henry James—cuya labor me fue revelada por una de mis dos protagonistas, la señora de Figueroa—quizá no hubiera desdeñado la historia. Le hubiera consagrado más de cien páginas de ironí...
Somos el tiempo. Somos la famosa parábola de Heráclito el Oscuro. Somos el agua, no el diamante duro… la que se pierde, no la que reposa… Somos el río y somos aquel griego
La primera metáfora es el río. Las grandes aguas. El cristal viv… Que guarda esas queridas maravilla… Que fueron del Islam y que son tu… Y mías hoy. El todopoderoso
Toda lectura implica una colaboración y casi una complicidad. En el Fausto, debemos admitir que un gaucho pueda seguir el argumento de una ópera cantada en un idioma que no conoce; en e...
Lo dejo en el caballo, en esa hora… crepuscular en que buscó la muerte… que de todas las horas de su suert… ésta perdure, amarga y vencedora. Avanza por el campo la blancura
Aquí también. Aquí, como en el ot… confín del continente, el infinito campo en que muere solitario el gr… aquí también el indio, el lazo, el… Aquí también el pájaro secreto
De las generaciones de las rosas que en el fondo del tiempo se han… quiero que una se salve del olvido… una sin marca o signo entre las co… que fueron. El destino me depara
El gato blanco y célibe se mira en la lúcida luna del espejo y no puede saber que esa blancura y esos ojos de oro que no ha visto nunca en la casa, son su propia im…
Que un hombre del suburbio de Buenos Aires, que un triste compadrito sin más virtud que la infatuación del coraje, se interne en los desiertos ecuestres de la frontera del Brasil y lleg...
El ejercicio de la literatura puede enseñarnos a eludir equivocaciones, no a merecer hallazgos. Nos revela nuestras imposibilidades, nuestros severos límites. Al cabo de los años, he co...
Me habré cruzado con él En una esquina cualquiera. Yo era un chico, él era un hombre. Nadie me dijo quién era. No sé por qué en la oración
A un compadrito le canto que era el patrón y el ornato de las casas menos santas del barrio de Triunvirato. Atildado en el vestir
Lejos del mar y de la hermosa guer… que así el amor lo que ha perdido… el bucanero ciego fatigaba los terrosos caminos de Inglaterra… Ladrado por los perros de las gran…